Entendible frustración para un Arsenal que sin jugar bien dejó todo dentro de la cancha |
Dignidad, garra, tesón, empuje, desorden, desprolijidad, pueden ser algunos de los adjetivos que encontramos para resumir los noventa y cuatro minutos de juego que el viaducto jugó ante un durísimo elenco guaraní, hecho casi a imagen y semejanza de nuestro equipo, con la salvedad de contar con dos delanteros más bien rapiditos en lugar de dos "tanques" de área.
Con orden, sencillez, solidaridad y hay que destacarlo, una lealtad y limpieza absoluta a la hora de marcar y quitar, los guaraníes aplicaron un cerrojo defensivo inexpugnable para un Arsenal al que no le sobraron ideas y que salvo los diez minutos iniciales, padeció gran parte del match ante la garra y el sigilo táctico del oponente.
En la primera etapa cada conjunto contó con tres ocasiones de gol, y en el complemento, de arranque los paraguayos salieron aún más atrás de lo que habían finalizado la etapa inicial, pero sostuvieron los desesperados y confusos embates de los de Palermo y en los diez minutos finales, Campestrini primero (luego salió lesionado con fractura del arco cigomático con hundimiento de maxilar derecho) y Limia después evitaron sendos goles muy bien gestados a través de rápidos contragolpes que encontraron al local parado exclusivamente en ofensiva y descuidando, con lógica, la propia valla.
Serenidad, excelente aptitud física y sin contar con figuras rutilantes pero si con un equipo con todas las letras en pos del disfrute colectivo, Nacional no pecó de ingenuo y revoleó la pelota cuando hizo falta y la mantuvo contra el piso cuando el partido lo exigía.
Lo del Arse es irreprochable, realizó una Copa excelente, y se despide invicto y sin sufrir goles en contra en el estadio Julio Humberto Grondona.
Diego De Mattei
No hay comentarios:
Publicar un comentario