El 11 de Enero de 1957 se fundaba Arsenal Fútbol Club de la mano de Don Julio y tantos otros muchachos que amaban el fútbol. Decidieron llevar adelante una idea arriesgada, que requería un enorme compromiso y capacidad. El tiempo les dio la razón llevando a Arsenal a ser primero protagonista en el ascenso y luego en la primera división y en el ámbito internacional.
Sentimos locura y amor por estos colores. Le damos parte de nuestra vida, compartimos amigos, viajamos y hacemos el esfuerzo para siempre estar junto a Arsenal en las buenas y en las malas también.
Tenemos un sentimiento autentico que no va a cambiar con lo que pueda suceder. Estuvimos, estamos y vamos a estar. Nuestro amor no cambia por buenas o malas deportivas.
Felicidades a todos los hinchas del Viaducto y el recuerdo eterno para aquellos que hicieron crecer a la institución con obras y éxitos deportivos.
Arsenal jugó un aceptable partido ante el Globo y lo superó por 1 a 0 en Sarandí, con la presencia en el equipo de varios juveniles que el DT Rondina va fogueando para el próximo torneo. El delantero juvenil Bruno Báez anotó su primer gol en primera.
Arsenal venció 1-0 a Huracán en Sarandí, por la quinta y última fecha de Zona Campeón A.
Bruno Báez marcó el gol del local a los 25 minutos de juego. A los 42, también de la primera etapa, fue expulsado Nicolás Cordero en la visita.
El conjunto conducido por Sergio Rondina fue superior en la primera etapa. Si bien le costaba en los últimos metros, imponía sus condiciones.
La única vez que los deIsrael Damontese aproximaron con peligro fue a los 16 minutos, con un remate desde afuera del área de Franco Cristaldo que salió cerca del poste derecho.
Pero a los 25 llegó la apertura del marcador. En una jugada de interminables rebotes, Leonel Picco no pudo, Gastón Suso tampoco, Báez falló en la primera, pero en la segunda no perdonó y puso a su equipo en ventaja.
En la segunda etapa, Huracán con uno menos presionó el primer cuarto de juego, tuvo dos chances clara para empatar pero primero el arquero Rivero se lució y luego el travesaño le negó el gol a un bombazo de Bonifacio.
Con algunos cambios el Arse se reacomodó y los quince finales no lo pudo liquidar pese a los muy buenos intentos de Luna y Pons.
Partido positivo, con Leonel Picco como figura y Báez de destacada actuación y un equipo que mostró solidez pensando en el próximo torneo.
Fiesta de fútbol y goles. Arsenal derrotó 4 a 3 a Independiente en un partido
excepcional, de ida y vuelta con muchísimas llegadas sobre los arcos y
vértigo permanente.
Con Alejandro Rivero en el arco, la vuelta de Papa, Carabajal de central, Navas
por derecha y Picco en el medio, junto a Necul y el regreso de Soraire, el Arse
que no tenía chances de seguir avanzando en la Copa Diego Maradona visitaba
a un Independiente lleno de habilidosos pibes y algunos veteranos que
necesitaba si o si los tres puntos para llegar a la última jornada con chances de
acceder a la final del torneo.
Tras un primer tiempo parejo que terminó en un gol por bando, el encuentro
explotó en la segunda etapa para cerrar con un gol del Arse en el último minuto
de adicional.
En el medio puro vértigo futbolístico, un expulsado por equipo, dos penales
pedidos por el local y no concedidos por el árbitro Pitana, opciones de gol
dilapidadas por los dos equipos de manera increíble y un show futbolístico
entretenido en el mejor partido del certamen sin lugar a dudas.
En Arse se destacó la tarea en el armado y ejecución de las jugadas de Jesús
Soraire y el ingreso de Ramiro Luna que aportó los dos últimos y decisivos
goles para el Viaducto.
Muy positiva la labor de Navas, y el debut de Rivero, que sufrió dos goles desde
media distancia sin responsabilidad y se le escapó una pelota entre las piernas
que derivó en el tercer gol del Rojo, pero para destacar el hecho de haber
jugado su primer partido en la primera del Arse.
El Rojo logró empatar el partido tres veces luego de estar en desventaja, aunque no jugó bien. Fue un equipo inestable desde lo emocional y también desde lo futbolístico. Y perdió con un Arsenal que no peleaba por nada.
Resulta complicado comprender algunos cambios de Pusineri. Es cierto que los de Avellaneda estaban obligados a ganar para seguir con vida en el torneo. Pero en los últimos minutos Independiente incurrió un acto prácticamente suicida. El técnico sacó a Thomas Ortega y a Fabricio Bustos y, luego de la expulsión de Alan Franco, quedó defendiendo sólo con un defensor: Alexander Barboza. Lucas Romero debió retrasarse en el campo para colaborar en la marca y jugar de central, una función inusual en la que desconoce el oficio.
Lo destacable para Rondina y sus muchachos es el comienzo del año con un triunfo, ante un grande y de visitante, y ahora deberá reafirmar la levantada la próxima semana de local ante Huracán, en un estadio Julio Grondona que le fue bastante esquivo de triunfos durante el errático 2020, para ir delineando un equipo y un plantel de cara a la nueva Copa que comenzará a mediados de febrero.