viernes, 14 de abril de 2017

UN VIERNES RESUCITÓ / Revitalizador triunfo ante Huracán

Hay luz en el camino. Arsenal, tras cinco derrotas consecutivas, volvió al triunfo en el Ducó venciendo 2 a 1 a Huracán. Fue un triunfo agónico, cuando el equipo tras hacer un buen partido, estaba más para perderlo que para llevarse los tres puntos. La corrida por la banda derecha de Fragapane en quinta marcha ante un Fritzler no llegó a poner cuarta, con un desborde y centro certero para que Sánchez Sotelo marcara el 2 a 1 fue un instante de emoción que hace rato no se siente por
Sarandí. 

En el fútbol poco importan los merecimientos más que para las declaraciones o charlas posteriores. Pero haciendo el balance del juego lo de Arsenal fue un ganador justo. No por mucho pero justo. Especialmente por lo hecho en el primer tiempo donde contó con ocasiones claras de gol y donde dejó la impresión de ser un equipo más punzante que el Globo.

Las claves pasaban por la sociedad creativa que conforman Lucas Wilchez y Juan Brunetta. En el caso del ex Tigre porque le aporta panorama y sabe manejar los hilos del equipo, Brunetta porque es desequilibra en el mano a mano y le puede dar la explosión necesaria. También fue destacable el rendimiento de una defensa emparchada, con Bellocq y Corvalán de centrales. Resistieron bien cuando el local apretó.

En el primer tiempo contó con varias ocasiones de gol, un par de ellos con definiciones erráticas del paraguayo Rodríguez. El gol fue a los 25´ con un tiro libre exquisito de Juan Brunetta al palo de la barrera. El resto del primer tiempo no pasó mayores contratiempos Arsenal.

En el complemento el equipo fue retrocediendo en el terreno con el correr de los minutos. Al principio más allá de la urgencia de Huracán sin sufrir demasiado. Tuvo espacio como para contrarrestar con algún contrataque. Azconzabal fue acumulando jugadores en ofensiva y encima con un hombre menos por la expulsión de Romat. Iba pero dejaba muchos huecos que Arsenal no termina de aprovechar.

La actitud de Huracán, con más de impulso que de juego, tuvo su premio con la igualdad de Norberto Briasco. Allí el equipo pagó caro una pelota muy mal defendida en el cuerpo a cuerpo por Rodríguez bien aprovechada por el local. Mariano González dejó en el camino a Milo para tirar un centro certero que terminó con el cabezazo de Briasco en la red.

Allí aparecieron todos los fantasmas más uno, pero todavía quedaba la mano salvadora. La corrida de Fragapane y la definición de Sánchez Sotelo. Un grito contenido, de puño cerrado, tras fechas de angustia y desazón. Hay esperanza para encarar lo que viene. Ojalá pueda ratificar el equipo eso en la cancha.





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