La acumulación de desgaste en la tarea en los años de presidencia, también tuvo sus frutos positivos: cinco títulos logrados; pero ante semejante cansancio el titular del Arse optó por tomar distancia por un tiempo prudencial.
Julito afirmó: "Es hora de reflexionar y pensar en mi familia".
Fueron años difíciles con pérdidas familiares muy cercanas para la familia Grondona, y la permanente atención y tensión que amerita conducir a una institución de la envergadura que logró tener Arsenal en los últimos diez años, lo cual sin dudas exige un replanteo físico y mental.
Seguramente, Julito cargará las pilas necesarias junto a sus seres queridos, y volverá con toda la fuerza a conducir a su amado Arsenal Fútbol Club.
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