Leandro Fernández marcó el empate de tiro libre a los 49 del segundo tiempo, luego de una falta inexistente sobre Barboza, y cuando el clima en Avellaneda estaba por estallar. Álvarez Suárez había puesto en ventaja a Arsenal.
La vibrante vigésima fecha de la presente temporada de la Superliga Argentina de Primera División encontró su punto final en el Estadio Libertadores de América de Avellaneda.
En dicho escenario, un golpeado Independiente se presentó como anfitrión de Arsenal de Sarandí, una de las principales revelaciones que tiene dicho certamen doméstico.
Bajo una lluvia torrencial, los equipos conducidos por Lucas Pusineri y Sergio Rondina salieron al campo de juego con un mismo objetivo: buscar el arco contrario y llevarse los tres puntos.
En ese contexto, Independiente y Arsenal terminaron diagramando un compromiso muy entretenido y de ida y vuelta, con los dos equipos proponiendo y atacando.
Bajo esa órbita, el Viaducto se fue al descanso imponiéndose por 1-0 gracias a una buena anotación de Gastón Álvarez Suárez cuando se jugaban 14 minutos.
En la etapa complementaria, el Rojo fue con todo a buscar el empate, y, como conseecuencia de ello, Arsenal contó con muchos espacios para poder ampliar diferencias. Dos chances para liquidar por parte de Nicolás Giménez que no terminaron el gol, le dieron sobrevida a Independiente.
Y, en el último instante del partido, el juez Nazareno Arasa inventó una falta inexistente de Pereyra sobre Barboza, en un salto limpio de rechazo con la cabeza que el árbitro juzgó como falta. Y ahi, Leandro Fernández con exquisita pegada de derecha decretó el 1-1 definitivo. Algo de aire para Independiente y otros nuevos dos puntos resignados para el Viaducto.
Otro partido que no se pudo cerrar, otro arbitraje controvertido, impotencia, mano negra y Arsenal que aunque esta vez no jugó bien, tenía cocinado el encuentro a su favor.
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