El equipo justificó la victoria en un partido equilibrado porque tuvo mayor contundencia que el local. Fue ordenado y tuvo generación de juego con la participación de Brunetta, las escaladas de Milo, la claridad de Wilchez.
Belgrano tuvo lo suyo, planteó un partido áspero desaprovechando ocasiones de gol en el momento justo. Una de ellas fue la jugada del doble palo que antecedió al segundo gol de Arsenal. Sobre el final tuvo una Melano pero no pudo definir correctamente.
El Viaducto planteó un partido extraño cuando veíamos la formación previo al comienzo. Sin un referente de área Brunetta se convertía en el hombre más adelantado buscando una mayor llegada de los volantes. Y lo cierto es que le dio resultado porque ambos goles fueron convertidos por los extremos.
Uno Leandro Rolón, con una buen diagonal, y el otro por Federico (CR7) Milo que definió de manera notable para anotar el segundo.
La victoria trae tranquilidad, el equipo afrontará las próximas tres fechas con un pequeño margen de puntos que permite no llegar con el agua en el cuello aunque aún falta un esfuerzo más en la lucha por evitar descender. Sacó 12 de los últimos 15 puntos en juego, una cifra que ni el más optimista hubiera pensado fechas atrás. Bienvenido sea esa grata sorpresa que permita volver a jugar en Primera División el próximo campeonato.
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