El equipo de Sergio Rondina empató sin goles en Sarandí ante el recientemente ascendido a Platense, un punto que le permite a ambos sumar dentro de un contexto de mucha irregularidad y varias derrotas.
El primer tiempo fue un monólogo del Arse, pero en el segundo lo tuvo el Calamar. Al final, ninguno pudo mojar y se llevaron un punto cada uno. Pese al resultado en cero, el encuentro tuvo varias situaciones de gol frente a los arcos.
Cuando el minuto a minuto podía amenazar con pincharse, los del Viaducto y Platense armaron un partidazo, con niveles individuales muy interesantes en ofensiva, defensores que brillaron y arqueros que se hicieron un lugar entre las figuras.
Se dividieron un tiempo para cada uno, es cierto. En los primeros 45 minutos fue el local el que se atragantó de tantos gritos contenidos. Papa desde afuera, Farioli que no pudo darle dirección a su remate en el segundo palo, el cabezazo de Carabajal pegado al palo, Nico Castro quedó solo y la tiró por arriba, Alan Ruiz haciendo de las suyas, el mano a mano de Albertengo.
Sin embargo, en el complemento le tocó el turno al visitante. Llop metió mano desde el banco y su equipo cambió. Curuchet y Gerzel fueron los abanderados, por juego y generación de situaciones, sumado a que encontraron buenos laderos en Zeineddin, Bogado y compañía. Pero no hubo caso.
Bottinelli, que pasó de ni siquiera ir al banco la fecha pasada a ser titular de urgencia, y el arquero Alejandro Medina, quien a los 34 hizo su debut en Primera (siempre había jugado en el Ascenso) se encargaron de que los tres puntos no viajen a Saavedra.
Es cierto que el empate no conformó a ninguno, que los dos siguen por el fondo de la tabla de la Zona A, que ninguno pudo levantar su presente oscuro, pero al menos podrán quedarse tranquilos porque dejaron todo y tuvieron una mejora en el rendimiento.
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